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LA HISTORIA DETRÁS DEL ÉXITO
Todo comenzó con un descubrimiento: cómo purificar y convertir los desechos de un proceso para refinar petróleo en un material durable, flexible, inodoro, no tóxico y ligero. Earl Silas Tupper es el nombre de quien lo consiguió.
El mundo superaba la Primera y estaba próximo a la Segunda Guerra Mundial, por lo que acceder al plástico era complicado para el ingeniero químico de New Hampshire, así que para realizar sus experimentos compraba el material sobrante de la planta en la que trabajaba: desecho de polietileno, un residuo de la refinación del petróleo, negro, duro y casi imposible de trabajar, hasta convertirlo en un producto innovador y funcional.
Convencido de los beneficios de su descubrimiento y dispuesto a compartirlo para solucionar problemas de la vida diaria, como el almacenamiento de alimentos, creó en 1938 Tupper Plastics Company, con su producto estrella: el Tazón Maravilla, hoy conocido con el nombre de Tupperware®.
Pero Earl Tupper fue más allá: ideó una tapa que sellara herméticamente su envase. Inspirado por la tapa de una lata de pintura —ya que conservaba su contenido por años sin que el producto se evaporara—, creó el mundialmente famoso sello Tupperware®. Así se consolidó, en 1946, la marca Tupper Plastics TM, con más
INNOVACIÓN CON ROSTRO DE MUJER
La marca ya estaba en el mercado pero pronto una mujer, tras usar los productos y conocer las características únicas de los envases así como su funcionamiento y las ventajas del sello hermético, la señora Brownie Wise descubrió que podía innovar en la forma de distribuir los productos.
Wise tardó tres días en descubrir cómo funcionaba el sello, pero una vez que lo hizo, comenzó a organizar reuniones en casas para mostrar las bondades de estos productos. Así que le escribió a Earl Tupper y le propuso vender los productos Tupperware® a través de su método, el "Sistema de ventas directas" o "reuniones hogareñas".
